La iniciativa se desarrolla en conjunto con la Agrupación de Integración Apicultores San Esteban.
Una producción total de 1.460 kilos de miel logró la cosecha en los terrenos de las centrales hidroeléctricas Hornitos y Aconcagua durante la temporada 2022-2023, en el marco del Programa “Apicultura Comunitaria Colbún” que la empresa generadora impulsa en el Camino Internacional, en conjunto con la Agrupación de Integración Apicultores de San Esteban. La cifra cuadriplica lo obtenido en el periodo 2021-2022, en la que se alcanzó 350 kilogramos.
El programa “Apicultura Comunitaria Colbún” ha buscado disponibilizar bosques y plantaciones nativas en terrenos de la compañía, de modo de que los apicultores locales puedan alimentar con flora nativa a sus abejas y, a su vez, mejorar los ecosistemas a través de la polinización.
Julio Figueroa, apicultor y presidente de la Agrupación de Integración Apicultores de San Esteban destacó la experiencia que benefició a sus compañeros. “Muy bueno el programa. Todos los colegas están agradecidos, súper conformes y contentos con este convenio. Nosotros rescatamos el financiamiento para los análisis meliso paleológico con el que hemos podido darle un valor agregado a nuestras mieles, con una denominación de acuerdo al sector donde instalamos nuestras colmenas y la afloración del bosque esclerófilo. También hemos sido beneficiarios de asesorías especialistas y nos aportan con pallets para hacer cercos y banquillos. Nos facilitan sus instalaciones, lo que es de gran beneficio porque hay algunas personas que no tienen terrenos o sitios inscritos a su nombre para poder hacer apicultura”.
Los apicultores que participaron del programa agradecieron a Colbún por la iniciativa que este año les permitió aumentar sus cosechas. Ángel Cabrera, beneficiario, señaló que “este año fue bastante positivo con respecto al anterior. Esperamos que se repita. Cosechamos más este año porque las abejas estaban climatizadas y se pudo trabajar mejor con ellas. Todo lo que es el sector de Río Blanco hubo una afloración de miel que el año pasado no hubo y eso obviamente fue lo que ayudó a que la cosecha fuera buena. Esto impacta en mi negocio de forma positiva, porque habiendo un lugar donde haya una floración nativa y donde se asemeje al lugar donde yo vivo, que es en el campo, me ayuda porque así no altera la calidad del producto”.
Por su parte, Luis Lillo, apicultor, dijo que “fue un excelente año. El programa fue excelente y nos han dado muy buenos resultados. El tener las abejas allá arriba es un gran beneficio para nosotros porque acá en el centro hay muchas fumigaciones y matanzas de abejas. Ojalá que sigamos y continuemos con esto para dejar un buen legado para las generaciones futuras. Estoy agradecido por todas las oportunidades que nos han dado y ojalá que sigan estos programas. Nuestra miel al traerla de plena cordillera es una miel pura, que no se da en cualquier parte, y estoy muy agradecido de eso”.